Después de leer este resumen de como me acerque a Jehová sabrás que Jehová desea que lo conozcas.
Mi vida no ha sido fácil, mis padres tuvieron la oportunidad de acercarse a Dios Jehová antes de separarse, pero lamentablemente cuando yo tenía ocho años ellos tomaron la decisión un día de divorciarse, aunque para mí fue muy duro esa separación ellos se adaptaron a sus nuevas vidas. Sinceramente, no quiero que mis padres se sientan culpables de mis decisiones, tampoco quiero herirles con lo que voy a expresar, ellos cometieron muchísimos errores, pero no deben castigarse por ello, pues Jehová los perdona si se arrepienten y estoy segura de que ellos desearan el perdón y misericordia de parte de Jehová.
Era una niña a mis ocho años, muy fantasiosa, pues mi padre me decía siempre que era una peliculera, y mi madre me decía que vivía en el limbo, cosa que nunca entendí que era ser una peliculera y vivir en el limbo. Supongo que es hora de que lo entienda, ellos solían decirme esas palabras quizás no muy enserió. Quizás mi padre se pensará que era una cuentista de hay la palabra peliculera, yo siempre me he considerado de pequeña y en mi adolescencia una fantasiosa, creo que ya tenía tres palabras que me otorgue es decir acepte en mi niñez. Ahora pienso que todos en la niñez y en la adolescencia somos fantasiosos, nos imaginamos vidas diferentes en nuestro interior para evadirse de la realidad.
Pero ya en mi edad de nueve años, en el colegió me empezaron a decir otras palabras que me hicieron sentir aún más herida emocionalmente. Yo fui a un colegio de monjas, y rezaba, me sentí abandonada a mis doce años, pues pensé que Dios no me escuchaba y que tenía muchas oraciones por escuchar. Así pues, deje de orar, porque mis lágrimas aparecían todas las noches de aquellos tiempos. Como a muchas personas que creen en Dios, pero luego se sienten alejadas de él así me sentí yo, pero reconozco que nunca me dejo, simplemente yo le deje a él con doce años. No entendía mucha de las cosas que hoy entiendo, como… ¿Por qué Dios permite el sufrimiento?, no sabía si tiene nombre Dios y otras preguntas que me hacía en mi interior. He hecho una vida a partir de los doce años, sin un sentido hasta que Dios me abrió sus puertas a mis veintitrés años, para conocerlo y empezar a entender.
En mi adolescencia he estado haciendo lo que me hacían creer algunas personas ‘‘Hace lo que le da la gana’’ decían, pues es la frase más escuchada en mi plena adolescencia, en parte solo quería desconectar de mi entorno, ya que todo era muy complicado, estuviera donde estuviera siempre me angustiaba y me sentía poco querida. No quería hacer lo que me daba la gana, quería ser amada y valorada por la familia o por alguien. Sufrí por amor, sufrí por amistades, sufrí mis errores y errores de otros, tanto que no sabía algunas veces como solucionar algún error.
Ya a mis veintidós años estaba en una profunda depresión, sin amistades y sin rumbo aparente. Tomé la decisión más entupida de mi vida, a mis veintidós años quise quitarme la vida y fui hacia el borde de un puente. Ya en el suelo, solo pude suplicar a Dios que si existía le rogaba que me ayudará, lo siento es la palabra que más repetía, pues deseaba su perdón y el perdón de mi familia. Estuve unos meses en el hospital, pero a mis veintitrés años me surgió una fuerza y motivación para empezar a estudiar.
Nunca olvidaré que Dios Jehová escucho mi clamor, mi dolor, y me consoló en el momento más oportuno. Pues ya a mis veintitrés años casi veinticuatro, suplicaba ayuda, en mi interior gritaba por favor, que alguien me ayude. Y un buen día, una Testigo de Jehová me ofreció una revista, nunca olvidaré como se titulaba la Atalaya: ‘Como calmar la ansiedad’, ella me insistió, pues gracias a su insistencia cogí la revista Atalaya:
No me atrevía a leerla, pero Jehová quiso abrirme las puertas del bienestar, y decidí coger la revista que estaba en mi escritorio, y empecé a leerla, me conmovió, vi que respondía a mis oraciones Jehová, pues el me alivio mi mal estar en ese preciso momento. Me puse en contacto con la hermana Testigo de Jehová, y ella me hablo de las buenas noticias, pero no acababa de entender. Empecé un estudio de la Biblia con los padres de la hermana testigo de Jehová que me predico. Estoy muy agradecida de que ellos me ayudarán a entender lo que no comprendía. Pues el estudio Bíblico me fortaleció. Tenía momentos de bienestar y felicidad cuando hacia el estudio bíblico, había encontrado a unos padres espirituales estupendos que me animaban y me trataban con mucho amor. Cuando entre al salón del Reino sentí una inmensa paz, pues me aliviaba escuchar discursos animadores y reconfortantes. Y la atalaya me enseñaba cosas que nunca me había preguntado. Pase pruebas muy duras al poco tiempo de querer predicar y fortalecer mi espiritualidad. Ya me avisaron que los comienzos son duros, pues hay muchísimo desconocimiento acerca de los testigos de Jehová, pues me decían las personas de mi alrededor que no eran testigos de Jehová: '‘Ten cuidado, a ver donde te metes’’, y mi madre me llegó a decir ‘‘Quiero que tengas una vida normal, bajo normas no serás feliz, esa religión no me gusta’’ entre otras cosas mucho más duras que no voy a mencionar. Mi madre no tiene la culpa de que yo me alejará en aquel momento que me dijo eso, aunque sus palabras me afectaran, pues ella las dijo con la mejor intención, porque no sabía lo que yo si sabía de Jehová y su palabra que está en la Biblia, pues ella igual se pensaba que no sabía tomar mis propias decisiones y que necesitaba de su ayuda para orientarme. Sentía el más grande dolor que existe, cuando veía que quería servir a Dios y las personas de mi alrededor no lo entendieran. Ni se preocupaban en saber en qué estaba creyendo pues sinceramente creer en la vida eterna es un regalo inmenso que me ha dado Jehová.
Aunque por un tiempo por la oposición estuve alejada de las manos de Jehová, él no me abandonó, estuvo a mi lado porque vio mis esfuerzos al predicar, y cuando me alejaba en aquel tiempo de oposición, y sufriera tanto al alejarme que llegaba a pensar que no quería vivir, pero las palabras de Jehová de consuelo que hay en la Biblia me hicieron recapacitar, pues Jesús dijo que quien perdiera la vida por causa de él, vería la vida, yo volví a vivir después de darme cuenta de que no me iba a dejar nunca, pues Jehová es fiel y misericordioso, pues en ese momento vi las manos de Jehová y lo superpoderoso que es.
Cuando volví a sus caminos gracias a su guía, me di cuenta de que me había protegido aun estando haciendo cosas que le desagradaban. Pues la oportunidad que me brindo cuando me compre mi piso, de volver a su congregación, fue otro regalo muy valioso para mí. Todas las madres espirituales que he recibido de parte de Jehová son muy agradables y amorosas. Me ha concedido todo lo que he querido, tanto espiritual, material y estabilidad en muchos sentidos.
Al volver a predicar con entusiasmo, siendo estudio de la Biblia porque aún no me he bautizado, me ha hecho tener momentos plenamente felices. A pesar de amar mucho a mi gatito Xoko que falleció, pero Jehová me dio a mis gatitos, Nichito y Tommy, mis dos grandes amores, que me hacen muy feliz y me dan mucho amor. Jehová me ha dado el conocimiento de que los animales también están en su memoria y les puede volver a dar la vida.
Hoy puedo decir a mis veintiocho años que gracias a Dios estoy viva, soy coja pero agradecida de poder andar.
Gracias Padre amoroso Jehová por todo lo que haces y harás por mi.
Si quieres saber mas acerca De Dios Jehová, visita el apartado Sabiduría de mi página que se irá actualizando, o la página jw.org. Para más información no dudes en escribirme un email.
Muchas gracias a los lectores ❣
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